Reunir y preservar la memoria colectiva es un hecho acostumbrado en todas las grandes civilizaciones. Los habitantes de lo que hoy es el estado de Guerrero son una prueba palpable de este hecho, como lo demuestran los hallazgos de códices, lienzos, mapas y pinturas precortesianas hallados en nuestro territorio (v. Códices de Guerrero). Antes de la llegada de los españoles ya existía la costumbre de guardar documentos que permitieran llevar un registro minucioso de nombres, hechos y sucesos para la posteridad.

              
Biblioteca Pública Central Estatal en Chilpancingo.

La primera noticia demostrable de la existencia de una biblioteca formalmente establecida nos la da Ana María León Perea en su libro Historia de las bibliotecas en Guerrero, editado por la SEP en 1988, y se refiere a la que existió en el Convento de San Bernardino de Sena, situado en el Real de Minas de Taxco, en la época de la Colonia.

Siguiendo la misma fuente podemos destacar que poco después de la erección del estado de Guerrero el general Juan Álvarez ordenó al también general Joaquín Rea la construcción, en Ayutla, del Colegio Minerva, dirigido por el señor Luis Nicolás Guillemaud; esta institución perduró hasta la muerte de don Juan Álvarez en 1867 en que fue definitivamente clausurada. Por la misma época, en 1865, el obispo de Chilapa, Ambrosio Serrano, fundó el Seminario Conciliar, que se sabe también contó con una biblioteca.

Durante el gobierno del general Francisco O. Arce fue fundado, en 1869, el Instituto Literario del Estado de Guerrero, que también tuvo una bien provista biblioteca. Años más tarde, Adolfo de la Huerta nombra rector de la Universidad Nacional a José Vasconcelos, quien posteriormente, en 1921, será el primer titular de la Secretaría de Educación Pública y, desde ese momento, la Universidad Nacional y la Secretaría de Educación Pública apoyaron la fundación de bibliotecas públicas municipales en casi todo el estado de Guerrero; era el año 1922.

La autora citada menciona la existencia de numerosas bibliotecas en el estado hasta 1979, destacando notablemente entre ellas la Biblioteca Ignacio Manuel Altamirano, de Tixtla, fundada en 1954 gracias al enorme esfuerzo de dos insignes mujeres guerrerenses: la escritora María Luisa Ocampo Heredia y la maestra Beatriz Hernández García (originalmente esa biblioteca se llamó David Próspero Cardona). El encargado de la biblioteca fue el señor Manuel Parra.

En el puerto de Acapulco destacan dos bibliotecas, la Doctor Alfonso G. Alarcón, debida a la iniciativa de don Rosendo Pintos Lacunza, inaugurada en 1960, y la Biblioteca de América, por los esfuerzos del doctor Oscar Hasperué Becerra, que fue inaugurada en 1970.

Bibliotecas públicas.

A partir del 1 de septiembre de 1978, siendo directora nacional de Bibliotecas la maestra Guadalupe Carrión Rodríguez, se crean en todas las delegaciones de la SEP en los estados los Departamentos de Bibliotecas con la consigna de preparar la creación del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas.

Para este efecto se comenzó por fortalecer primero a las bibliotecas existentes que estuvieran apoyadas por la SEP; en este caso la Doctor Alfonso G. Alarcón, de Acapulco, cuyo director era el profesor Miguel Arizmendi Dorantes, y la Biblioteca Ignacio Manuel Altamirano, de Tixtla, dirigida por la maestra Hernández.

Como parte de ese apoyo se inicia la construcción de las bibliotecas Renacimiento I y Renacimiento II, así como los trámites para obtener el terreno para establecer la futura Biblioteca Central Estatal, mismo que fue donado dos años más tarde por el profesor Procopio García Luna en el barrio de San Mateo, donde todavía funciona (en los primeros ocho meses de 2009 el edificio estuvo en remodelación).

En noviembre de 1982, en conmemoración del bicentenario del natalicio del general Vicente Guerrero, fue inaugurada, siendo su primer director el MC Rubén Fernández Pellón Silva, quien había de encargarse de sentar las bases para el establecimiento del Sistema Estatal de Bibliotecas Públicas, y ya dentro de esta función se creó, en 1983, la Biblioteca Pública Municipal de Iguala en la alameda de esa ciudad y la Biblioteca del Parque Papagayo en Acapulco.

El 2 de agosto de 1983 se inició formalmente el Programa Nacional de Bibliotecas Públicas, siendo la directora de Bibliotecas de la SEP la doctora Ana María Magaloni de Bustamante; el 8 de mayo de 1984 se creó la Coordinación Estatal de Bibliotecas en Guerrero, dependiendo de los Servicios Coordinados de Educación Pública; después, de diciembre de 2000 a enero de 2005, formó parte de la Secretaría de Desarrollo Social; finalmente, a partir del 21 de enero de 2005, al aprobarse la Ley Estatal de Bibliotecas Públicas número 565, se reincorpora a la Secretaría de Educación Guerrero.

El crecimiento del sistema ha sido constante. De seis centros que se tenían en 1983 se terminó el año 2000 con 163 bibliotecas; 2003, con 186; 2007, con 210, y 2009 (agosto), con 213. En 2007, Guerrero ocupó el lugar 13 entre las entidades del país por cuanto se refiere al número de bibliotecas de la red estatal (el estado de México, que encabeza la lista, tenía 658); el lugar 16, con base en el número total de usuarios atendidos, que fue de 790 141 (el estado de México, que también fue el número uno, registró 3 692 134), y el 27, por el promedio de usuarios atendidos por biblioteca, el cual llegó a 3763 (Querétaro, que fue el primero, consiguió 16 348). El cuadro siguiente muestra algunos datos relacionados con el servicio de bibliotecas públicas:

Servicios bibliotecarios ofrecidos

Fuente: Coordinación Estatal de Bibliotecas Públicas.

Por regiones, el total de bibliotecas públicas se distribuye en la forma siguiente:

Fuente: Coordinación Estatal de Bibliotecas Públicas.

Finalmente, en este apartado, se incluye la lista de los coordinadores que ha tenido el Sistema de Bibliotecas Públicas desde su fundación hasta la fecha:

Periodos de los coordinadores

Fuente: Coordinación Estatal de Bibliotecas Públicas.

Bibliotecas Escolares.

El Departamento de Bibliotecas data de 1978 en lo que fue la Delegación Federal de la Secretaría de Educación Pública y dependía de la Dirección de Educación Básica. Hasta el año de 1979 sus funciones fueron de coordinación.

A partir de la firma del convenio de bibliotecas en 1984 el Departamento de Bibliotecas Escolares quedó dentro de la Subdirección General de Educación Terminal; fue hasta el 16 de enero de 1996 que pasó a formar parte de la Dirección de Extensión Educativa en la Secretaría de Educación Guerrero y la responsabilidad de dirigirlo recayó entonces en la ameritada maestra Magdalena Vázquez de Huicochea.

La misión de dicho departamento ha sido “fomentar y fortalecer el hábito de la lectura”, y para ello su trabajo deberá trascender a la comunidad y optimizar su función dentro y fuera de los planteles educativos, brindando igualdad de acceso gratuito a la lectura y fomentando el autodidactismo entre el alumnado y la población en general. Su meta es establecer una biblioteca en cada centro de trabajo en todos los niveles educativos de la SEG.

Actualmente (2009) las bibliotecas escolares en las escuelas de educación básica son 4025, distribuidas en la forma siguiente:

Concentrado de bibliotecas escolares por nivel y por región educativa (2009)

Fuente: Departamento de Bibliotecas Escolares y Departamento de Estadística de la Secretaría de Educación Guerrero.

Bibliotecas particulares y privadas.

Como es lógico suponer, tener un censo de las bibliotecas particulares y privadas es sumamente difícil por su naturaleza misma; sin embargo, anotaremos algunos datos de los casos en que disponemos de información parcial.

Sabemos que la Universidad Autónoma de Guerrero cuenta con su propio sistema de bibliotecas, que consiste en una bien surtida Biblioteca Central y muchas bibliotecas especializadas, en cada una de las unidades académicas, especialmente las que están fuera de la capital.

Biblioteca Central de la Universidad Autónoma de Guerrero en Chilpancingo.

Las universidades privadas, como la Americana de Acapulco y la Loyola del Pacífico, cuentan con excelentes bibliotecas centrales y redes periféricas en sus planteles foráneos.

Los institutos tecnológicos también cuentan con sus propios servicios, así como el CSAEGRO; las escuelas normales, y en general las instituciones de educación superior, tienen buenos servicios bibliotecarios y están abiertas parcialmente al público con algunas restricciones debido a la especialización de sus colecciones.

Algunas dependencias oficiales como el H. Congreso del estado tienen una magnífica biblioteca; el Tribunal Superior de Justicia cuenta también con una excelente colección especializada; algunas oficinas de gobierno disponen de buenas colecciones al servicio de sus propios lectores y con limitado acceso al público.

Por lo que respecta a las bibliotecas realmente privadas, nuevamente citamos a Ana María León Perea, quien considera la del profesor Celedonio Serrano Martínez; lamentablemente, después de su deceso, no se ha sabido qué sucedió con el acervo. Por lo que respecta a la biblioteca particular de don Hermilo Castorena Noriega, cronista de Chilpancingo y coordinador de los trabajos de la primera edición de la Enciclopedia Guerrerense, podemos decir que su colección ha seguido creciendo y rebasa ya los 12 000 volúmenes, de los cuales unos 2750 son la colección más completa sobre el estado de Guerrero y se llama Biblioteca Beatriz Hernández García. La Biblioteca de Guerrero Cultural Siglo XXI, A. C., agrupa cuatro colecciones que suman alrededor de cinco mil quinientos volúmenes; es una biblioteca privada con limitado acceso al público.

(RFPS/CCL)