Municipio. Su cabecera municipal es Ixcateopan de Cuauhtémoc.
Toponimia, escudo y/o glifo. Ixcateopan es una palabra de origen náhuatl que se deriva de los vocablos íxcatl, que significa algodón, y teopantli, templo: “templo de algodón”. Cuauhtémoc, “águila que desciende”; último gobernante azteca, que, según la tradición, nació y está sepultado en ese lugar. Fue constituido municipio el 15 de marzo de 1850.
El nombre antiguo del poblado es Zompancuáuhitl, pero al llegar a este lugar los restos de Cuauhtémoc y ser sepultados bajo los escombros del templo indígena, donde se construyó posteriormente la primera iglesia católica, se cambió el nombre del poblado por el de Ixcateopan, palabra náhuatl a la que algunos autores le dan el significado de “aquí está tu señor de mucho respeto”; otros lo interpretan como “templo de algodón”.
Glifo
El jeroglífico del Códice Mendocino representa dos elementos: una flor de algodón, que en náhuatl se denomina íxcatl, y una pirámide, sobre la que se coloca esa flor. La pirámide se ubica sobre escalones que representan el templo (en náhuatl teopantli). Traducido el vocablo, quiere decir: “en el templo de algodón”.
Escudo
Escudo. Al fondo se tiene el xoxouhqui –verde-azul o azul turquesa–, que dentro de los pueblos anahuacas era el símbolo de la soberanía absoluta del poder, de la justicia, de todos los elementos materiales, físicos y morales; conjunción de los 13 cielos, de los colores del universo y de los elementos que producen la vida humana, representados por Huitzilopochtli y por Tláloc, señores de la tierra (Tlaltecuhtin o Tlaltecutli). Color que sólo podían utilizar los gobernantes soberanos y no los supeditados a otros. Era el color del Hueytlatoani, cuyo copil (copilli) tenía turquesas; el manto y su bandera presentaban el mismo color.
Sobre el campo de la soberanía del color xoxouhqui, resplandece Tonatiuh –“aquel que camina brillando como fuego”–, el sol, como maguey divino y de fuego que ilumina al universo con sus pencas de luz, el señor que nos da la vida.
Disco del emblema:
Tonatiuh, el sol, presenta ocho picos de color rojo, que, a la vez, simbolizan los ocho ciclos lunares, de los cuales cuatro significan cada uno de los cuatro rumbos:
Al centro del sol se encuentran los elementos siguientes:
• Al lado izquierdo, una planta de maíz, que representa la principal actividad agrícola del municipio.
• Al centro, los vigilantes, también llamados piedras largas, símbolo de la riqueza natural como es el mármol.
• A la derecha, un árbol de cedro blanco, familia del enebro, riqueza forestal de la región.
Estos recursos naturales integran el signo distintivo de la topografía ixcateopense.
Al lado derecho se localiza el glifo de Atl–tlachino–lli, agua de fuego, grito solar de guerra y de triunfo, el sol y el océano, donde aquel brota y desaparece diariamente para dar vida a los habitantes de Anáhuac.
Reseña histórica (cronología). Durante el primer milenio de nuestra era, con el nombre de Zompancuáuhitl, fue fundado, por un grupo de chontales, el poblado de Ixcateopan; dicho grupo tenía conocimiento de algunos cultivos agrícolas, lo cual les permitió establecerse en ese lugar. Según la relación de Ixcateopan, escrita por Motolinía: “Me dijeron los nativos, que su raza era de los chontales, que mandaban toda esta tierra desde Zacualpan... Alahuiztlán, Oztuma, Totoltepec, Teloloapan, Apaxtla, Coatepec, Cocula; que el grupo chontal es, entre los chichimecas, uno de los más antiguos y conservadores de sus características culturales. Hablaban la lengua chontal, gutural, hablan en la garganta y no se escribe porque no se pronuncia. Cada pueblo era regido por un señor o patriarca al que le tributaban manta, chile y sal. A sus policías ellos los designaban con el nombre de tepizques”.
Se alimentaban con tortillas de maíz, chile, legumbres y carne; los principales aprovechaban los guajolotes, que se daban en abundancia en la región. Sus armas eran arcos, flechas, macanas y lanzas. Se disputaban las mejores tierras con Taxco, con Ixcapuzalco y con Noxtepec. Sus habitaciones eran de adobe con techos de palma. En el Siglo XI de nuestra era fueron invadidos por un grupo de nahuas coixcas provenientes del noroeste del país, quienes los dominaron y los obligaron a pagar tributo; este grupo formó un señorío al que denominaron Coixcatlalpan, mismo que abarcaba Taxco, Iguala, Tepecoacuilco, Huitzuco, Tlaxmalac, Cocula, Teloloapan, Tenango, Tlamacazapa, Ixcateopan, Acapetlahuaya, Alahuixtlán, Ixcapuzalco, Zumpango, Chilapa, Tlapa, Tixtla, Acapulco; por el sur, llegaba hasta la Costa Grande.
La lengua de los coixcas fue el náhuatl, y el significado de la palabra coixca es: “llanura de culebras”. En 1428, durante el reinado de Itzcóatl, los chontales fueron conquistados por los mexicas; 12 años después, Moctezuma Ilhuicamina extendió sus dominios por esos lugares; tomó prisioneros de los pueblos de Taxco el Viejo, de Nochtepec, de Tetipac, de Acapetlahuaya, y de Oztuma.
Durante el reinado de Axayácatl, disfrutaron de cierta tranquilidad, misma que terminó durante el periodo de Tizoc (1481-1485). En 1486, al iniciarse el reinado de Ahuízotl, los aztecas llevaron prisioneros a jóvenes y adultos, entre los cuales tomaron al señor de Zompancuáuhitl junto con su hija, la princesa Cuayauhtitlali; la princesa, en Tenochtitlan, conoció al príncipe Ahuízotl, hijo del rey del mismo nombre, con quien se desposó, y de esa unión nació Cuauhtémoc, educado en el Calmécac.
La historia de la conquista del Imperio Mexicano narra cómo Cuauhtémoc fue ungido rey azteca. Vencido y martirizado por los conquistadores españoles, se le obligó a ir a las Hibueras, y en un lugar cercano a Izancánac murió ahorcado –el martes de carnaval 28 de febrero de 1525–; y su cuerpo fue llevado y sepultado en el palacio de su abuelo materno, en Zompancuáuhitl, de donde fray Toribio de Benavente, “Motolinía”, en 1529, cambió los restos a donde después se construyó la iglesia de Santa María de la Asunción; en el altar mayor fueron guardados 420 años, hasta el 26 de septiembre de 1949, fecha en la que fueron exhumados por la maestra Eulalia Guzmán, quien fue enviada en comisión oficial por el Instituto Nacional de Antropología e Historia para que actuara con base en los documentos e indicaciones que recibiera, en el poblado de Ixcateopan, del doctor Salvador Rodríguez Juárez, último poseedor de dichos documentos antiguos que sirvieron para descubrir los restos de Cuauhtémoc. Fue así como, comprobada oficialmente la verdad histórica, Ixcateopan se convirtió en un lugar de interés nacional.
En 1569, por orden real de Felipe II, se dispuso hacer un censo de poblaciones y que se tradujese al español el significado, si es que los nombres eran en lengua indígena; entonces, los de Ichcateinotepan, temiendo que se descubriera su secreto, cambiaron de nuevo el nombre y le pusieron Ichcateopan. De la vieja población chontal, hasta época muy reciente, se conservaron importantes vestigios, como una plataforma de tierra llamada “el Momoatl”, que, según las investigaciones, fue el Palacio de Cuayauhtitlali.
Plaza de Ixcateopan de Cuauhtémoc.
En la Guerra de Independencia, el pueblo de Ixcateopan tiene participación directa, aunque sea modesta, con líderes como los hermanos Zagal, originarios del poblado de Teucizapan, mismos que lucharon en las filas insurgentes al lado de José María Morelos y Pavón.